París decide tolerancia cero sobre la comunidad gitana
"Los campos gitanos serán
desmantelados. En tres meses haremos cerrar 300 campamentos ilegales, la
mitad de aquellos presentes. Y haremos de modo de expulsar del país todos
los nómadas que han cometido crímenes". No es últimamente un discurso
fascista de Mussolini sino el pensamiento expreso del ministro del interior
de París, Brice Hortefeux, después de una reunión de retrete convocada por
el presidente francés Nicolás Sarkozy para contestar a las violencias entre
gitanos y policía en Saint-Aignan, en el Loira. "[los] acompañaremos a la
frontera, casi enseguida, hacia Rumanía y Bulgaria, los gitanos que han
violado la ley". El gobierno francés ha asegurado que procederá contra los
gitanos búlgaros y rumanos aunque estos son ciudadanos de la unión europea.
El domingo pasado en la pequeña aldea de Saint-Aignan, un joven gitano fue
asesinado a sangre fría por la policía, mientras trataba de huir de un
control. El hecho provocó justamente la reacción furibunda de la comunidad
gitana: unas cincuenta personas, asaltaron a rostro cubierto y destruyeron
la gendarmería de la aldea.
Sarkozy no tardó en condenar con decisión los accidentes de Saint-Aignan,
organizó enseguida una cumbre especial para afrontar "los problemas de
seguridad que ponen los comportamientos inaceptables de algunos nómadas" y
"para decidir el desescombro de los campamentos irregulares". Una reunión de
emergencia que las organizaciones tzigane y las oposiciones definieron como
"una declaración de guerra contra la comunidad gitana."
Ya siendo ministro del interior en los gobiernos de Raffarin y de Villepin,
Sarkozy propuso tolerancia cero contra "las comunidades de nómadas que no
respetan las reglas". Estrellándose, sin embargo, con la posición más blanda
de Jacques Chirac. Ahora de presidente, Sarkozy ha decidido la línea dura.
Probablemente para esconder bajo los hechos de crónica el escándalo
Bettencourt. Explotando, con tonos más conformes a un Le Pen, la hostilidad
difusa respecto a los rumanos para recobrar a la derecha consentimientos.
También en Bruxelles Sarkozy ha buscado, en la unión europea, una orilla
para "solucionar con urgencia el problema de la delincuencia de los
gitanos."
Esta racista y fascista maniobra de Sarkozy pretende esconder los resultados
de la investigación sobre los hondos negros y para ajustar una alianza con
la fuerte derecha francesa, ha sido decidida en una reunión en la que han
participado el gobierno, con el primer ministro François Fillon y los
ministros competentes y los máximos representantes de las fuerzas del orden.
Pero la comunidad gitana no ha sido comunicada en ningún modo. Además del
desescombro en tiempos rápidos de al menos 300 campos nómadas, Sarkozy ha
decidido mandar diez inspectores de la hacienda en los mismos campos para
controlar la situación: "Muchos ciudadanos quedan justamente sorprendidos
cuando observan la cilindrada de algunos vehículos que remolcan las
caravanas", sostuvo el ministro Hortefeux. También han sido encaminados los
contactos por una colaboración más estrecha con las autoridades y la policía
de Rumania y Bulgaria para contrastar delincuencia y actividades ilegales.
Henri Braun, abogado conocido por la defensa de las “gens du voyage”, ha
amenazado con denunciar el Estado francés por incitación al odio "racial."
No causa sorpresa ver que el Estado francés todavía se alinea tras
decisiones racistas y fascistas, que algunos esperaban fueran acabados con
Le Pen y que en cambio todavía parecen vivos en el gobierno Sarkozy.
Gian Maria Piatta
Humanidad. Nº 15