III
Después de la revolución
proletaria de octubre de 1917, los bolcheviques se entronizaron en el Estado
monopolizando su dirección, quedando como únicos directores12,
instauraron el capitalismo de Estado. Los años pasaron, pero ningún tipo de
transformación socialista o cambio relevante13
le siguió. El sistema económico social que siguió prevaleciendo fue el
capitalista.
En El impuesto en especie, de 192114, ante
el fracaso de la medida llamada “comunismo de guerra”, Lenin plantea: “como
la última política posible y la única razonable”, la alternativa de no
“tratar de prohibir o de obstaculizar completamente el desarrollo del
capitalismo, sino intentar orientarlo por el canal del capitalismo de
Estado. Esto es económicamente posible, pues el capitalismo de Estado existe
–en una u otra forma, en uno u otro grado– donde quiera que haya elementos
de comercio libre y capitalismo en general”15.
Luego se pregunta: “¿Es posible cambiar el Estado soviético y la dictadura
del proletariado con el capitalismo de Estado? ¿Son compatibles?”. Y se
responde: “Por supuesto que sí..., pues en las actuales circunstancias
políticas y económicas es esencial comparar el capitalismo de Estado también
con la producción pequeñoburguesa”. “Todo el problema –tanto teórica como
prácticamente– consiste en encontrar los métodos correctos para orientar el
inevitable (hasta cierto punto y durante un periodo determinado) desarrollo
del capitalismo por el canal del capitalismo de Estado y en determinar de
qué condiciones rodearlo para asegurar su trasformación en socialismo en un
futuro próximo”16. Donde “las concesiones
son el ejemplo más sencillo de cómo el poder soviético orienta el desarrollo
del capitalismo por los canales del capitalismo de Estado e “implanta” el
capitalismo de Estado”17.
Diciendo y haciendo creer que todos crean y estén de acuerdo con lo que él
cree, concluye: “Todos estamos de acuerdo ahora en que las concesiones son
necesarias… El concesionario es un capitalista. Dirige sus negocios al modo
capitalista, por los beneficios, y está dispuesto a establecer un tratado
con el gobierno proletario para obtener beneficios extraordinarios,
superbeneficios o materias primas que le resulta difícil o imposible obtener
de otro modo. El poder soviético se beneficia por el desarrollo de las
fuerzas productivas y por el aumento inmediato o a breve plazo de la
cantidad de productos”18.
Se avala ahora el capitalismo privado, que en 1918 decía que estaba en
contra del capitalismo de Estado como contra el socialismo19,
como apoyo del socialismo. En 1918 decía que se tiene que luchar contra
aquel; en 1921 dijo que hay que abrirle las puertas y acogerlo. Socialismo,
capitalismo de Estado y capitalismo privado van ahora de la mano. Por ende,
no hay que poner trabas, ni obstaculizar el desarrollo capitalista en Rusia,
porque “el capitalismo de Estado existe donde quiera que haya elemento de
comercio libre y capitalismo en general”. Planteando la necesidad de llevar
a cabo concesiones al capitalista que “dirige sus negocios al modo
capitalista”, dándole todas las facilidades en la obtención, a modo seguro,
de “beneficios extraordinarios, superbeneficiosos”. Claro, todo avalado y
regularizado mediante un contrato (“tratado”) “con el gobierno proletario”20.
Continuando con las alabanzas del capitalismo privado, prosigue: “comparadas
con otras formas de capitalismo de Estado dentro del sistema soviético, las
concesiones son quizá la forma más simple, precisa, clara y definida de
capitalismo de Estado. Implica un acuerdo formal escrito con el capitalismo
más civilizado y avanzado de Europa occidental”21.
La concesión sería entonces, el elemento que abre las puertas al capitalismo
internacional (Europa occidental). El elemento para conciliar, de manera
formal, ambos capitalismos. En consecuencia, “la tarea más importante de
todos los activistas del partido y de los soviets, en relación con la
introducción del impuesto en especie, es aplicar los principios de la
política de “concesiones” (es decir, un política similar a las “concesiones”
del capitalismo de Estado) a las otra formas de capitalismo: el libre
comercio, el intercambio local, etc.”22.
Donde todos tienen que impulsarla y hacer que se lleve a cabo. Como una
especie de deber que tiene que primar en la mentalidad de todos por ser “la
tarea más importante”.
Afianzando tal exhortación como deber, agrega: “debemos hacer todos los
esfuerzos para que este desarrollo del capitalismo –ya que la libertad de
venta, de comercio, es desarrollo del capitalismo– se oriente por los
canales del capitalismo cooperativo”23.
Tanto las cooperativas, como también los sindicatos, los soviets, los
comités, etc., serían instrumentos para el desarrollo del capitalismo de
Estado. Todos los organismos, revolucionarios y de lucha, creados por el
proletariado, quedarían (y quedaron) reducidos a simples partes y apéndices
de ese monstruo monopólico: capitalismo de Estado que se desarrollaba,
expandía y fortalecía.
“Esto podrá parecer paradójico (sigue refiriendo): ¿el capitalismo privado
colaborando con el socialismo?”24. Pregunta
muy bien elaborada que, de manera muy sutil, eliminará la paradoja (o hará
ver que no la hay). Recurriendo a sus axiomas, y escudándose en ellos,
responderá: “pero no hay paradoja alguna, sino un hecho económico
absolutamente irrefutable… Se deduce inevitablemente, primero, que en este
momento el intercambio local adquiere una importancia primordial y, segundo,
que hay una posibilidad de ayudar al socialismo por medio del capitalismo
privado (sin hablar del capitalismo de Estado)”25.
Capitalismo y socialismo ya no están en una lucha encarnizada y a muerte,
sino que van juntos y se ayudan mutuamente. En el texto Proyecto de tesis
sobre el papel y las funciones de los sindicatos bajo la nueva política
económica26, de 1922, Lenin refiere que en
el Estado soviético (monopólico capitalista de Estado) “están permitidos y
se desarrollan el libre comercio y el capitalismo, los cuales están sujetos
a la regularización estatal, pero, por otra parte, las empresas estatales se
reorganizan sobre la base del denominado cálculo económico, es decir,
esencialmente y en grado considerable sobre la base del principio comercial
y capitalista”. Y es “el Estado proletario (quien) puede, sin cambiar su
propia naturaleza, admitir el libre comercio y el desarrollo del capitalismo
sólo en determinada medida y sólo a condición de que el Estado regule
(vigile, controle, determine las formas y métodos, etc.) el comercio privado
y el capitalismo privado”27.
Efraín H.
Notas:
12 Reprimieron de manera sistemática (desde 1918)
a toda la resistencia proletaria, que después se convertiría en represión
contra sus propios miembros. Los puntos culminantes fueron: las masacres en
Ucrania, la represión en Petrogrado y la masacre en Kronstadt. En esta
última no sólo se masacró (en masa) a proletarios que no compartían la
política de los bolcheviques (Social revolucionario de izquierda,
anarquistas, mencheviques…), sino también a militantes de su propio partido,
bajo las órdenes de la dirección bolchevique. Revisar: Grupo Comunista
Internacionalista (2009). La contrarrevolución rusa y el desarrollo del
capitalismo. Anarres, Buenos Aires. Gran parte del texto está basado en este
libro. Asimismo, para ampliar la información social sobre el tema ver:
Archinoff, Pedro (1926). Historia del movimiento machnovista (1918-1921).
Editorial Argonauta, Buenos Aires; Avrich, Paul (2004). Kronstadt 1921.
Editorial Anarres, Buenos Aires; Mett, Ida (2006). La comuna de Kronstadt.
Crepúsculo sangriento de los soviets. Ediciones Espartaco Internacional,
Barcelona; Rocker, Rudolf (1959). Bolchevismo y anarquismo. Editorial
Reconstruir, Buenos Aires.
13 La medida llamada “comunismo de guerra” y, ante su fracaso, la
implantación de la NEP. Fueron medidas (y métodos) capitalistas que
favorecieron el desarrollo del comercio y la industria capitalista. No hizo
más que afianzar las bases del capitalismo, para mantenerlo y fortalecerlo
bajo el nombre de socialismo.
14 El impuesto en especie, publicado como folleto en mayo de
1921. En: V. I. Lenin (1973). Obras escogidas. Editorial Cartago, Buenos
Aires, Tomo VI, p. 289-326.
15 Ibíd., p. 305.
16 Ibíd., p. 305.
17 Ibíd., p. 305-306.
18 Ibíd., p. 306.
19 Revisar: Infantilismo “de izquierda” y la mentalidad pequeñoburguesa. La parte donde hace la caracterización de los elementos que
constituyen las diferentes estructuras económicas sociales que existían en
Rusia y la lucha fundamental a librarse y entre que elementos, p. 193-194.
Asimismo revisar: El impuesto en especie, la parte donde hace un resumen a
modo de síntesis del Infantilismo “de izquierda”…, p. 291-292.
20 ¿Los hechos y sucesos en la actualidad son pura coincidencia o
son continuación, desarrollo y ampliación de lo que ya planteaba, aplicaba e
implantaba Lenin y el PC(b)R?, ¿Los países que se hacen (o hicieron) llamar
socialista, son socialistas o son la continuación, desarrollo y ampliación
de lo que ya planteaba, aplicaba e implantaba Lenin y el PC(b)R?, ¿Los
partidos marxistas (socialistas o comunistas) en sus diversas variantes, son
socialistas o son la continuación, desarrollo y ampliación de lo que ya
planteaba, aplicaba e implantaba Lenin y el PC(b)R?.
21 El impuesto en especie, p. 307.
22 Ibíd., p. 307.
23 Ibíd., p. 308.
24 Ibíd., p. 315.
25 Ibíd., p. 315.
26 Proyecto de tesis sobre el papel y las funciones de los
sindicatos bajo la nueva política económica. Escrito entre el 30 de
diciembre de 1921 y el 4 de enero de 1922, publicado con algunas
modificaciones el 17 de enero de 1922 en Pravda, número 12. En: V. I. Lenin
(1973). Obras escogidas. Editorial Cartago, Buenos Aires, Tomo VI, p.
370-381.
27 Ibíd., p 371.
Humanidad. Nº 17
Lenin y la exaltación maxificada del capitalismo de Estado. (Parte B)